El descubrimiento de un nuevo espacio en 2013, llevó a la organización a volver a pensar todas las áreas del festival, la implicación de las personas y la programación. En 2014, Andanças respira apertura, consolidación y apuesta por una mayor proximidad a los participantes que en conjunto construyen el Festival. Un abanico de asociaciones y entidades son invitadas a programar, marcando con su vocación y motivación la programación total del festival, dándole más riqueza y diversidad. Las danzas "del mundo" continúan a constituir el eje céntrico de Andanças, manteniéndose también el espacio para las nuevas propuestas, que van desde danzas urbanas a contemporáneas. La incorporación de propuestas artísticas innovadoras y emergentes tienen ahora un espacio privilegiado en Andanças. La música continúa formando parte integrante de la programación como elemento esencial para la movilización de los cuerpos, las aproximaciones entre personas y la construcción de espacios de encuentro y aprendizaje, sobre la danza que une los cuerpos y dinamiza ideas. Son fundamentales los proyectos artísticos que se basan en formato "baile", aunque la libertad de acogida de propuestas artísticas está encaminada mucho para hacia esa idea. Los espacios de pausa continúan a ser propiciados mientras zonas de descanso, convivencia, encuentro o contemplación del medio que persiste en sorprender. Andanças se consolida, por tanto, como un espacio de interacciones artísticas, provocadas y espontáneas, con cruces de estilos musicales, lenguajes y sensibilidades artísticas. De Andanças emergen nuevos proyectos, que cada año forman parte del cartel del festival. Andanças es un espacio artístico, potente y vivo, que marca generaciones reconciliadas con su identidad. Áreas artísticas como Teatro, Artes Plásticas, Cine y Circo continúan formando parte del programa del festival y son encuadradas en lugares improbables para que se refleje sobre la relación de la programación con el espacio y con el territorio en la actualidad. La diversidad de públicos de Andanças y la multiplicidad de actividades propuestas, permiten la construcción de una red espesa y dinámica de interacciones, que transforman el Festival en una aldea global.